YA VES

Sentado en el bar “Los Caminantes” mi mesa da a la ventana que apunta a la esquina. Busco en las miradas detalles de la época más feliz del mundo; cúmulos de experiencia en formato anécdota. Historias de batallas en campos pretéritos pocos propicios para el cultivo, contadas al ritmo de la pulsión. Este año el invierno fue solo un punto de inflexión, un somnoliento viaje a través de la casualidad sin rumbo fijo. Desde hace un buen rato no hace más que llover, las veredas están resbaladizas, la tarde paladea cierto placer físico y avanza a buen paso.

Soy un perro que añora la luna y  no le alcanza, recitando un mantra agónico atemporal, rescatando la voz del incendio del destino: “Voy a verte hilando el aire, la noche que salgas por la ventana, la noche que pueda verte”.

Otro Pachi maravilloso.

Voy a emanciparme todo el santo día, en otro momento despertaré en el medio del campo, todavía no. Me iniciaré en el arte de la hamaca de a poquito para que notes, te des cuenta, que cuando subo suelo luego bajar. Al revés de antes con movimiento sonoro vengo a devolver lo que dejaste: este ramo de letras con el olor  de la tierra al advertir la llegada del aguacero.

  Hace seis años contraje una enfermedad misteriosa. Perdí quince kilos en tres meses. Tenía un dolor agudo en el estómago, me sentía agotada y, por mucho que comiera, no aumentaba ni un kilo.  Pasé de ser delgada a ser flaca y luego escuálida. El dolor se acentuó y se convirtió en un calor ardiente en el abdomen que me hacía doblarme en dos en público y en privado. Cumplir con mis deberes académicos y profesionales se me hizo cada vez más difícil. Era aterrador. No sabía si tenía una enfermedad que me iba a matar o me acompañaría toda mi vida o si era algo que podía curarse, si podía averiguar qué diablos era.  Para encontrar una respuesta, consulté a médicos de Londres, Nueva York, Minnesota y Chicago. Me dieron una amplia variedad de diagnósticos posibles. El cáncer, por suerte, fue rápidamente descartado. Pero seguían sobre la mesa muchas otras posibilidades, desde enfermedades autoinmunes y virus raros a problemas de columna y enfermedades neurológicas invali...

La música de Juana Molina tiene un halo de misterio conmovedor, una cercanía que roza lo entrañable y sonoridades aletargadas. Las palabras son el anzuelo, carnada incluída y las melodías transportan lejos, como cuando te hipnotiza la noche.

A Doña Antonia, quien aportó varios integrantes a la selección de mi vida. Que tenga un apacible viaje y que no tema, será muy bien recibida. La buena gente es bien recibida en todos lados.

"Los caballos no saben quienes son caballos y quienes son yeguas, por eso se besan todos. A los hombres les dicen gay".                                 Carlos Giandinotto (Filósofo monotemático).

"En una fiesta cuando algunas parejas se aíslan y van a besarse a otro lado es porque se aburren de la fiesta, no porque quieran besarse. Te lo digo porque lo pensé anoche y me acuerdo ahora".                                     Carlos Giandinotto (Pensador cataniense contemporáneo).

"...y le dije a mi espíritu: cuando conozcamos todos estos mundos y el placer y la sabiduría de todas las cosas que contienen, ¿estaremos ya tranquilos y satisfechos? y mi espíritu me dijo: No, ganaremos estas alturas solo para continuar adelante".                                                                   Walt Whitman Gracias Kití

Banksy, el gran artista callejero de quien se ignora la identidad, modificó esta obra y la donó para caridad. Se subasta con el fin de recaudar dinero para las personas sin techo y enfermos de sida.

Good bye maestro, usted influyó definitivamente en mi manera de escuchar rock, su monumental New York es parte de la banda de sonido de mi vida. Dejó marcas visibles y entrañables en muchos de  mis grupos favoritos de rock vernáculo (Sumo, Divididos, Las Pelotas, Calamaro). Todos los que sabemos fehacientemente que el brillo se encuentra en el lado oscuro de  las cosas, lo vamos a extrañar. Buen viaje.

Las palabras se confunden con la desmesura del universo y se disuelven  en el yuyal. Como experiencia reveladora recupero el excedente de intemperie, que acarrea  el recuerdo  de esas siestas que son de nadie. Después de luchar con vehemencia, los brazos pesan y el aire falta; la noche se esparce intacta. Foto: El  más grande boxeador de todos los tiempo "Pipino Cuevas" (no habrá otro igual).

“Acomodado junto al katatsu que habían instalado en su habitación, pensó que era por demás improbable que retornara, una vez que se decidiera a partir. La encargada d la posada le había prestado una vieja tetera de Kioto con flores y pájaros tallados en hilos de plata.” Yasunari Kawabata País de nieve Un futón kotatsu es un edredón acolchado que se coloca entre la base de la mesa y un marco desmontable colocado sobre la parte superior de una mesa térmica japonesa denominada "kotatsu". Como los hogares tradicionales japoneses carecen de calefacción central, el kotatsu se convierte en un lugar de reunión para las familias durante los meses de frío. Las personas pueden mantener sus piernas y pies calientes por el calentador de bajo voltaje ubicado debajo de la mesa y cubrir sus regazos con el tibio edredón llamado "futón kotatsu". Dicho futón es colocado sobre la mesa como un voluminoso mantel y el marco desmontable es puesto sobre el mismo para mante...

Puka sueña: que es ovillo para que Ramona la teja bendiciendo la lana, enseñándole a la vida; que vuela en círculos encarpada hasta posarse en la funda, del patio su isla; que resuena, y es melodía que rima con el silencio, o estribillo encendido de guitarra viva en un rincón del mediodía.

Tamara de Lempicka o Tamara Łempicka (pronunciado Uempitsca), nacida Maria Górska, (Varsovia, Polonia, 16 de mayo de 1898 - Cuernavaca, México, 18 de marzo de 1980) fue una pintora polaca que destacó por la belleza de sus retratos femeninos y desnudos, de pleno estilo art decó. Datos: WIKIPEDIA, la enciclopedia libre.

El gesto heroico, supremo, es vivir.

"El mundo es una metáfora", te digo al oído. Pero tanto para vos como para mi, este sueño es lo único que no es metáfora de nada. Este sueño es sólo este sueño; quisiera que eso quede claro entre nosotros. Adiós - te despedís. Adiós - digo y nos separamos desenvolviendo el abrazo. Ojalá vuelvas alguna otra noche.

 Eu: (Convencido) El cigarrillo es síntoma de pobreza.  Ad: (Moviendo la cabeza de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, como negando) Nada que ver! Sabés la gente que conozco que fuma y está podrida en plata?  Eu: (Poniendo cara de Platón) La pobreza no es solo económica.  Ad: (Ofendida) Pretendés que vaya a fumar afuera con el frío de mierda que hace?  Eu: (Moviendo la cabeza de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, como afirmando) Ajá.  Otro amor hecho humo.

Volverás como la luna bajo otras formas tarareando ardiente la melodía que desespera. Solo esto y también lo otro; el amarillo y el gris; la sombra y vos su antónimo; el afluente diáfano de un río inexplorado.

Sentados, acostados, parados, los cuerpos trepidan dentro de la piel. Cultivamos nostalgia bajo la superficie de cada nuevo paisaje. El anochecer resopla y cuenta historias en torno al fuego, con la mirada perdida de quien ya evita crear recuerdos. En algún punto lejano el agua se arremolina y ahoga el crujido de tanta herida cerrando.

Aunque hoy cumplas trescientos treinta y seis meses la matusalénica edad no se te nota cuando en el instante en que vencen los crueles entrás a averiguar la alegría del mundo y mucho menos todavía se te nota cuando volás gaviotamente sobre las fobias o desarbolás los nudosos rencores buena edad para cambiar estatutos y horóscopos para que tu manantial mane amor sin miseria.... Pach Kumint (2013)

De a ratos una melodía rodando por la autopista allá en lo alto rumbo al Centro; de a ratos insignificante surcando lo más profundo de Castillo, Casanova, San Justo y Ramos; de a ratos un monstruo de tres cabezas, ocho brazos y un corazón de amores infinitos; de a ratos un oscuro pájaro de agua volando ensimismado para acopiar palabras; de a ratos apóstata o insondable; de a ratos un faro o una brújula; de a ratos el más común de los hombres vivos;   de a ratos la alegría entera. Gracias Ale Rozitchner por el disparador.

Se sabe que el amor supone su propia curvatura. Un ardor que no llega a ser tiempo antes de convertirse en ráfaga o en látigo o en desierto. Hay quien diga que jamás habrá derrota porque a lo sumo habrá que escabullirse hacia otro cuerpo. Sin embargo, se sabe que el amor es huésped de una lluvia por venir y de una caricia que tendrá por ritmo el universo precedente. Lo que no se sabe nunca, lo que nunca se sabrá, es por qué el amor sí, por qué el amor no.

SOPLA UN GRAN VIENTO                                               VELOZ                                      VIBRA LA TIERRA                                   FINA FINITA LLUVIA                                   SE ESCONDE EL SOL                                     PLENA DE AMOR                                     BROTE DE LUZ                       ...

Llevamos a Amma a la primera consulta con su pediatra. Juan no es cualquier pediatra, tiene una forma muy particular de llevar la vida. Utiliza la bicicleta como medio de transporte, viste ambo y ojotas, es casi pelado y tiene el poco cabello atado atrás. Es nuestro salvador en época de colonia de vacaciones, cuando los demás médicos nos reclaman desde $ 100 por cada niño del barrio que necesita el certificado de aptitud física, el atiende a los 40 ó 50 vecinitos en su consultorio de Ramos Mejía ofendiéndose si alguien amaga pagarle. Cuando nos ve, en el pasillo de especialidades del Hospital de Niños de San Justo, nos saluda con beso y abrazo e ingresamos a su consultorio. Queda chico porque somos como 8 adultos y el bebé. Sucede que hay 5 residentes (estudiantes de medicina haciendo sus prácticas) muy atentos a todo lo que dice Juan. Y él maneja esas situaciones como el más ducho de los crooner. Gesticula, explica, se pone alcohol en gel en las manos, alza a Amma con una destr...

Intérprete: Spinetta Jade Autor: Luis Alberto Spinetta Album: Los Niños Que Escriben En El Cielo Qué sombra extraña en tus ojos no sé qué hago aquí en el sol no sé siento en esta memoria no sé qué dice. Qué extraña niebla en tu ojos ya no recuerdo los tiempos idos pero qué extraña niebla. Y en el diluvio tal vez me acercaré seré la lluvia que todo lo cambiará. Nunca me oíste en tiempo siempre tuviste miedo y sólo había gramilla sólo una idea y nada más. Qué lento sueño tu supuesto sueño que largo día hasta llegar aquí perdiste tiempo como la noche yo mañana vuelvo. Que inmenso mundo si supieras te esperaría aquí en el sol pero que lenta calle. Y en el diluvio tal vez me acercaré seré como la lluvia que todo transformará... Nunca me oíste en tiempo, nunca me oíste en tiempo, nunca me oíste en tiempo siempre tuviste un poco de miedo pero ahora estás a tiempo escucha...

Permanecen intactas las eternas divinidades que se sensibilizan con la luna llena, en cambio a mi se me da por oscilar y extrañar sin duda. Se sacude el cielo en su sublime danza húmeda, la noche lo odia suavemente sin llegar a comprender tanta candidez. El río nos espera pero también la memoria que brilla aun más. Foto de la luna pertenece a La Jefa.

Con exiguos datos se va trazando el retrato de estos años. Alguna ignorancia amenaza insistente hasta que tu grito, como clave recuperada, le da sentido a todo por fin. Entre tanto camino que no hay, desespero como quien cree que alguna vez verá. Las márgenes del azar se expanden a todo trapo. Buenos Aires es una ciudad que gracias a algunas triquiñuelas parece estar en todos lados. A La Sole que enardece.

Bar, Amma, Theo y yo.

Conozco la genealogía del atardecer cotidiano desde antes de aprender a oír la lluvia. En el fondo siempre resulta una danza arrítmica de extraño resplandor. Entonces no quedan dudas y precipito al escuchar las campanas mudas de tus recuerdos vacíos. Obra: Mujeres bañistas - Paul Gauguin.

Al virar el domingo hacia adentro escucho tu voz, gesto melancólico, lente que abre y cierra todos los sonidos del impetuoso paisaje de San Justo. Así este universo vuelve a gozar de una intensidad y frescura que lejos de aludir a una metáfora o acto reflejo, evoca niños jugando bajo la sombra de un lapacho, una paráfrasis involuntaria de belleza abrumadora. A Luis Alberto, no se de que otra forma decir cuánto lo extraño.

A una velocidad imperceptible que equivale a dos quietudes tropieza la tarde, deforma los colores y la forma de percibirlos. Tu silencio, más bien sepia, provoca tristezas infinitas. De pronto todo es un contínuo de luz y sombra. Vibran  las aguas del río como si una tormenta  se acercara y solo yo fuera capaz de verla. Cierro los ojos, pienso que debería olvidarte, pero en lugar de eso cada noche sueño con un desierto distinto.

Dos desvaídas sillas de plástico esperan en su punto máximo de abulia implacable. El viento arremolina todo lo que anda suelto y desplaza ligeramente cada recuerdo hacia el oeste. El día envejece antes de tiempo, entonces es posible contemplar la levedad de este sol que apenas entibia.

El ideograma de viento, escrito a mano alzada, tiene la forma de tu sombra cuando baila. Dejo escapar un suspiro atemporal que suena a algo blando que cae. Este barrio es apenas un punto iluminado por la luna azul de rayos que rebotan desnudando. Reberberan la rigurosa mudez de tu mundo y el pulso minúsculo de los días pendientes de invierno. Obra de León Ferrari hermosea esta poesía.

«Bebés porque una copa es demasiado, pero cien no alcanzan para olvidar» Charles R. Jackson

Desde que no tengo tu forma como fondo carezco de una mínima poesía. Resueno lejano, chapoteo a la deriva, nadie viene, nada serás. Proyecto en paredes sucedáneos simbólicos de la palabra aún en un intento vano por recordar. Me tanteo la ropa buscando subtitulados de aquellas vidas vividas hace tanto tiempo. Este dialecto huele a adicción y se pronuncia agudo, avergonzado de extrañarte todavía. Cuadritos de Liniers

Carver influyó definitivamente no solo en mi manera de leer, también en la forma de encauzar sentimientos. Cuando relata acerca de lo inasible del amor, de lo complicado de las relaciones humanas y la belleza oculta de los viajes, mudanzas y despedidas, enseña a entender el devenir de la vida en todo su esplendor. Saber que estos son sus últimos escritos encontrados, le prodigan un aura de nostalgia y adioses varios. Cuando Haruki Murakami debió finalizar sus traducciones de esta obra de Raymond, sintió un vacío tal que estuvo conmovido varios años. Pero es necesaria la despedida si su obra está tan presente? Tendremos que abandonar su familiar fantasma melancólico y cruel? Por lo pronto dediquémonos a disfrutar de este libro encomiable, profundo, inimitable, adorable.

Descripción  Este proyecto se basa en el reciclado de Palets para ser utilizados en la confección de muebles (mesas, sillas, banquetas, sillones) y objetos cotidianos útiles; en las instalaciones de la Asociación Civil Deportiva, Cultural y Ecológica LA CURVA. Es también, un intento por realizar una integración real al sistema laboral de personas con discapacidad. Fundamentación  El reciclaje de palets ayuda a evitar que muchos árboles y bosques sean talados al ritmo frenético con el que se venía realizando en los últimos tiempos, invita a tomar conciencia de lo importante de respetar el medio ambiente y evitar el derroche de materiales que nos provee la naturaleza. Asimismo los jóvenes con discapacidad de nuestra comunidad se veían con dificultades para integrarse al sistema laboral a pesar de que es un derecho constitucional y corresponde a los poderes públicos llevar a cabo políticas que eliminen las barreras que la impiden o dificultan. Sabemos que el término ...

Mezcla de oro y mandarina el micro cargado de niños es lo más parecido a una idea de verano en julio. Determinadas formas del amor reviran los vientos y empujan al taxi que no piensa parar a pesar del rojo. Ese sueño de uñas pintadas de distintos colores, perfumando de durazno nos envuelve y abraza, cuando tu sombra inflexible dobla la esquina y los pájaros cantores desamparan el baldío. Extraño tanto a todo lo que salió de mí!! Hay momentos del día en el que todos tenemos razón.

«No se trata de prohibirse esperar, ni de esperar la desesperación. Se trata, en el orden teórico, de creer un poco menos y de conocer un poco más. En el orden práctico, político o ético, se trata de esperar un poco menos y de actuar un poco más. Por último, en el orden afectivo o espiritual, se trata de esperar un poco menos y de amar un poco más». André Comte-Sponville

Este instante dura tanto como un latido y vibra tan deprisa que flota en el tiempo. La última siesta es tuya, tu fiesta. Mil recuerdos chapotean en otra parte para que este invierno sea una modalidad de lo eterno. Arte de Os Gemeos.

Me duele de manera intensa, profusa, con ganas la cabeza. Me paso la palma de la mano derecha por la frente, con los dedos   índice y pulgar de la izquierda presiono levemente los globos oculares. Mantengo los ojos cerrados, ahora    con las manos me tapo las orejas y escucho el mar. Solo el mar, nada de pájaros, ni voces, ni ecos lejanos; solo ese sonido limpio del viento corriendo por sobre el agua y moviéndola en una dirección determinada. Tendré el mar adentro? Un mar de vastas playas solitarias, donde suelen encontrarse maderas, restos de algún barco con partes de historias que ya pocos recuerdan. Con cada latido, el dolor crepita. Respiro hondo, intento hacer la menor cantidad de movimientos posibles. Parado de frente, observo como el filo del horizonte corta el paisaje en dos, lentamente me invade una extraña sensación de nostalgia, así, de pronto, sin más. “Cuando quieras un encuentro sincero, lleva a la persona al mar”, dice Murakami. Eso debe ser, el rumor de...

Autor: Liniers

Antes de ser isla deambulo cual vagabundo fluvial, deslizándome entre lo disperso de cada existencia sin oleaje. Pienso en un fogón para acercar la ilusión del calor. Tu recuerdo invade la calma, deja caer la mirada y así desnuda todo lo que fluye del río. Resuena la inmensidad como música de fondo, se repliega la tarde; con eso alcanza para dejarse llevar.