Los 15 de Theo.

Un día lluvioso despertaste para regar el suelo de sueños. Y ahí estabas iluminando mi cielo, cielo del sur. Y la magia de la brisa, la risa de las ramas más altas, la felicidad ansiada en las palmas de las manos. Un nuevo punto de vista, la ondulación de las células del tiempo, otra perspectiva emocional. Y ahí estabas iluminando mi cielo, cielo del sur. Y podrías haber sido tantas otras cosas: una puerta, un pilar, un amigo, un cuarto creciente. Debería decírtelo al oído: en sentido amplio, sin vos, la vida sería un error. Y ahí estás iluminando mi cielo, cielo del sur.