Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2015

El túnel de Román y Delcy.

DIEGO L ROMERO · MARTES, 22 DE DICIEMBRE DE 2015 Disculpen la alegoría futbolera pero, ni bien vi el papelón que todos sabemos: https://www.youtube.com/watch?v=VkZ... Ni bien vi el papelón, decía, me acordé del túnel de Román a Yepes. https://www.youtube.com/watch?v=kRd... Yepes no supo por dónde había pasado la pelota, adónde se había metido el rival, ni qué cuernos estaba haciendo ahí, perdido. Macrí otro tanto. Román agradeció la actitud de Yepes que no intentó “faulearlo” mientras seguía la jugada. Pero claro, el colombiano es un enorme jugador de fútbol ¿qué se puede esperar?. La misma pregunta sobre Macri, ¿qué se puede esperar?. .:.

Sra. Patricia Bullrich

Imagen
Sra Patricia Bulrich:                              Quisiera comentarle, nada mas que para explicarle algo de nuestra cultura a ese asesor suyo que no recuerdo su nombre (pues me enseñaron que las cosas nefastas cuanto mas rápido se olvidan, menos difícil es seguir), que Luis Alberto Spinetta es quizá uno de los artista mas influyente de la música argentina, tanto como Atahualpa Yupanqui, Gardel, Pugliese, Charly García,  Astor Piazzola, entre otros tantos. Su obra, de una infinidad de colores y matices inconmensurables, abarca  una discografía de 31 álbumes de estudio, 7 en vivo, 3 recopilatorios y una banda sonora.                              Afirma su empleado que el rock "es el movimiento 'artístico' más subversivo, anticristiano, antimetafísico y contracultural de todos los tiempos", cuyo "ritmo destemplado exacerba las pasiones contra el espíritu y crea un estado hipnótico en este lavado cerebral", y por lo tanto "toda deformación de l

El espiral de la siesta

Imagen
La alegría debe ser algo parecido a eso, una pileta inflable en el patio de la casa de Ramona, la enredadera haciendo lo imposible por tapar los rayos de sol que se cuelan como manchas brillantes, la inocencia retratada en el espiral de la siesta, globitos de colores que no distraen de lo importante, la constatación definitiva que decreta que la risa para ser verdadera debe ser más grande que la boca que la alumbra. Lo líquido que es capaz de contener tanta belleza y el mar de amor que no entró en cuadro y contiene todo.