Un nuevo hábitat
Me tiemblan las extremidades
y el resto del cuerpo,
con una cadencia
cercana a las olas
de madrugada de junio.
Las nubes
pesadas, oscuras
que aparecieron ayer
encapotaron la vida cotidiana
y las demás también.
Me resisto a tirar
esa libretita
donde escribí
con letras apenas legibles
lo que intentaba abandonar
y me alcanzaba.
Qué debo hacer, ahogarla?
Quitarle todo el aire
hasta que ya no respire?
Corroborar que ya
no flotan burbujas
presionándola contra el fondo?
Quizá alcance
con buscarle un nuevo hábitat,
este es muy frágil.
Por lo pronto
me la guardo en el bolsillo
y fijo la mirada
para avistar el devenir.
Ya no sé qué más hacer
para esperar la primavera.
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