De tanto esperar ver


Cuando
no es mi viejo
todavía
a cualquier hora
se pone en pedo.
Pronto
será primavera,
falta un rato
para empezar a entender.
Son las doce
o las tres,
como
no hay sol
tropiezo
con una caja
de fotos oscuras.
Duele la nuca
de tanto
esperar ver
un avión en movimiento.
Se apagan
las luces,
ingreso
cada vez más
en el agua,
ya tengo
las rodillas empapadas.
Me acerco
y lo miro
¿está en pedo?
Todos deberíamos
estar mojados
porque a la luna
solo la ven
los del otro lado.
El piloto y la azafata
observan
un punto difuso
que viene a ser
el pueblito
donde debo caer.
Mi madre
a esta altura
está acostada
buscando algo de aire
y bichitos de luz.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
como hijos/as experimentamos progenitores que nos han dejado marcas positivas y/o negativas...entendí en mi madurez, como quien dice corriendo el libro de mi nariz...para ver mejor..ke lo bueno es digno de recordar.Algunos seremos o somos padres y de cuestionadores pasaremos a ser cuestionados

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