Los 60 de Susy

Allá hacia fines de septiembre de 1968 se me dio por nacer, en aquel pueblito perdido del norte santafesino. Bien sabrás que la gente de pueblo al no tener en que ocupar su tiempo, lo malgasta elucubrando historias. El chisme en relación a mí, recién nacido, fue que en realidad me habías parido y no Ramona, quien se decía mi madre.
Lo cierto es que a esa altura ya estabas en edad de procrear, y al no estar nuestro padre presente desde hacía varios meses (se encontraba en Bs. As. intentando encontrar un trabajo estable, según dicen, hecho que Doña Terapia decidirá si le he perdonado, aunque creo que mucho no le importó; no porque haya sido un tipo insensible, es que uno se sorprende maravillado con el acontecimiento 1 ó 2 veces -aun teniendo en cuenta que hablamos de hijos- los demás son alegres acontecimientos y a mi me tocó ser el 9° acontecimiento), así el malintencionado comentario se expandió como gripe porcina en condado sin política sanitaria medianamente seria.
Sea cual fuese la razón (consciente o inconsciente) te quiero y me alegra sobremanera que hoy cumplas 60 años. No sos mi madre, pero si lo hubieses sido, no me hubiera molestado en lo más mínimo.
Siempre que te necesito, y te lo dije una vez en estado de embriaguez avanzada, se que cuento con vos incondicionalmente y se que padecés con las inclemencias de mis estados civiles, que maldecís por lo bajo (a veces a media altura) a las mujeres que me hieren y que más de una vez te enorgulleciste de mi.
Felicidades pués, muy querida hermana/madre y no permitas que tantos años después, las habladurías empañen estos merecidos festejos.