Arima y las ramas del pino


Cierta vez, hace muchos años, un príncipe de
Yamato llamado Arima fue condenado a muerte
porque sospechaban que era un traidor. Por aquel
entonces se creía que si uno anudaba las rama de
un pino estaba de algún modo gestando un hecho
sobrenatural auspicioso. Cuando era llevado al sitio
designado para su ejecución, hicieron un alto para
comer. Entonces Arima anudó las ramas de un pino
y compuso dos poemas:

El arroz que en casa
llenaría uno de mis platos,
durante mi viaje–
¡Yuyos por almohada!–,
es servido en hojas de roble.

He unido
tus ramas, pino
de las playas de Iwashiro.
Si la fortuna me fuera favorable
retornaré aquí para verte
una vez más.

Siguieron su camino y una vez en la cima
de la colina, fue estrangulado.

Del libro: Zuihitsu

Comentarios

Entradas populares de este blog

PROYECTO: PALETS LC (Muebles de Palets Reciclados)

Demostración de Boccias en el Cef 112

Cine Sele