Acerca de como un proyecto Educativo puede transformarse en un suceso significativo en la vida de varias personas
La integración en un proyecto de Prácticas acuáticas en las Escuelas Abiertas en Verano 2011
Autores: Prof. Claudio Romero – Prof. Viviana Pereyra – Prof. Mariano Pampín – Lic. Martín Perez Rodriguez – Prof. Rita Perrone – Lic. Patricia Rexach.
Centro de Educación Física Nº 3 y Nº 69 Distrito La Matanza – Dirección de Educación Física de la Provincia de Buenos Aires – Subsecretaría de Deportes de la Municipalidad de La Matanza.
Ciudad de pertenencia: La Matanza.
Palabras clave
Prácticas acuáticas - integración- discapacidad – Proyecto especial.
El programa “Desde los bordes” se comenzó a implementar hace 5 años y fué elaborado por docentes y directivos del Centro de Educación Física Nº 69 de La Matanza, con el fin de brindar a los alumnos de Escuela Especiales la posibilidad de disfrutar de clases de Natación en diferentes natatorios del Distrito.
Entendiendo que el “Programa Escuelas Abiertas de Verano” debido a la amplitud de sus objetivos o ausencia de proyectos específicos de actividades lúdico-acuáticas adolecía de propuestas concretas de integración, se decidió incluir “Desde los bordes” con el fin de optimizar la propuesta. Para ello se hizo necesario realizar acuerdos con la Subsecretaría de Deportes de La Matanza, el Consejo Escolar y las Jefaturas Regionales y Distritales.
Acerca de como un proyecto Educativo puede transformarse en un suceso significativo en la vida de varias personas
La primera apuesta fue la de la Sra Inspectora Patricia Rexach, quien propuso a dos profesores, ante el escaso eco que tuvo el llamado a postularse para el cargo, coordinar las acciones de verano, cada uno representando a un Centro de Educación Física (Claudio Romero CEF 3 y Viviana Pereyra CEF 69) de La Matanza. El plantel se terminó de definir durante los actos públicos pertinentes. Para la amplia mayoría de docentes y guardavidas designados, esta sería la primera experiencia en el trabajo con personas con discapacidad.
Ya desde la reunión inicial, donde se explicaron los lineamientos generales y realizaron juegos de integración grupal con la intención de conocerse y romper las barreras interpersonales, se vislumbraron las ganas y compromiso.
Resueltos a atender las necesidades de niñas/os, jóvenes y adultos y promover la integración inscribimos alumnos provenientes de Escuelas Especiales, Laborales, Instituciones Privadas, así como también a niñas/os convencionales de zonas de alto riesgo social convocados por Asociaciones Civiles.
Las primeras jornadas en el Predio de Bomberos Voluntarios de Ramos Mejía transcurrieron con escasos participantes, progresivamente el número fue creciendo.
La integración entre los distintos grupos fue admirable, las diferencia en cuanto a contexturas físicas, lugares de origen y realidades de vida, pasaron desapercibidas. Será difícil olvidar la mañana en la que al llegar el contingente de Color Esperanza (adultos y adultos mayores con trastornos mentales), una niña de 6 años proveniente de la Biblioteca José Hernandez expresó: “¡Ahí vienen los chicos de nuestro grupo!” y todos corrieron a abrazarlos y besarlos. La alegría, el respeto y las ganas de compartir hicieron el resto.
Cada bienvenida y despedida eran los momentos en los cuales la ronda nos hermanaba en un clima festivo. La vergüenza (vergüenza: que el otro vea lo que no se quiere mostrar) no existió, quedábamos felizmente expuestos, y eso nos divertía.
Los Coordinadores Martín Pérez Rodriguez, Mario Marchesín y representantes del Municipio evidenciaron un enorme compromiso y profesionalidad. Ante el mínimo requerimiento respondieron con celeridad y coherencia. No dudaron en poner a nuestra disposición recursos humanos e insumos que dimanaron en un trabajo de enorme calidez y calidad.
Las actividades en el medio acuático se organizaron por grupos, ya que si bien las actividades recreativas fueron mayoría, se intentó mejorar la disponibilidad motriz de cada uno de los participantes. Aquellos que necesitaban un acompañamiento personal lo tuvieron gracias a los siempre bien predispuestos referentes, quienes realizaron una labor diligente.
Una de las actividades especiales fue la jornada “Jugando en la pileta”, donde los alumnos rotaban por estaciones en las que había diferentes consignas y niveles de dificultad. También disfrutamos de clases de Acua-gim, gentilmente ejecutadas por una profesora del lugar.
El equipo docente se consolidó a partir del trabajo; hombro a hombro y dispuestos a desdoblarse en la función para colaborar con quien lo necesitara. Estos jóvenes comenzaron a recorrer el camino de la docencia de la mejor manera posible: con compromiso, solidaridad, entusiasmo, abiertos a sugerencias, con propia iniciativa, una gran dosis de humildad y una conciencia grupal que hizo todo más llevadero, ameno, disfrutable.
Como cierre de la temporada habíamos proyectado una actividad a cargo de una murga de la zona, a quienes habíamos invitado con la antelación necesaria. Los acompañantes, familiares, colaboradores y profesores nos abocamos junto a los participantes a la tarea de confeccionar disfraces, máscaras, antifaces y gorros para lucir se día tan especial. Desde temprano el lugar se inundó de papeles de colores, tijeritas, plasticotas, témperas, cartulinas, pañuelos, narices de payasos, pelucas, antenitas, capas y ansiedad. Media hora antes del comienzo del esperado festejo, con las autoridades docentes y municipales presentes, nos comunican que a la murga le resultaba imposible asistir por problemas de organización interna. En ese momento, donde todo era zozobra, reunimos a los profesores para comentarles la mala noticia: “No hay murga para el cierre”. Nos miramos, algunas cabezas gachas, un halo de tristeza comenzaba a envolvernos cuando un profesor se adelantó y con decisión propuso: “¡No hay problema, no hay murga pero si el Gran Baile de Disfraces de Bomberitos!”. Así son las grandes soluciones, cuando aparecen parecen obvias. Todos aplaudimos y corrimos a organizar “El Gran Baile de Disfraces de Bomberitos”. En el gimnasio ya nos estaba esperando el musicalizador de la municipalidad y sin más comenzó el festejo: baile, abrazos, risas, trencitos, fotos y la certeza de estar viviendo algo especial con gente maravillosa. Antes de la despedida entregamos como souvenir cajitas en forma de corazones rellenos de golosinas.
Las demostraciones de afecto de alumnos, padres, acompañantes y referentes aun hoy nos siguen llegando; continuamos conectados y cada vez que nos encontramos el ambiente se inunda de complicidad y gratos recuerdos. Es inevitable y halagador que nos pregunten cuándo comenzarán “las inscripciones para la colonia”. Seria extraordinario que este proyecto tenga continuidad, se amplíe, multiplique, mejore. Sabemos que es muy difícil dejar huellas en el agua, pero las buenas iniciativas hacen olas.
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