Adiós Nelly - Yo nunca pedí (Martín Buscaglia y Mariana Lucía)
Ella era divina.
Era una Deva, una deidad benévola, a veces demasiado.
Es cierto que estaba cansada y es difícil imaginarla así,sin ganas.
Se lleva una parte nuestra y nos deja su impronta artística, creativa, solidaria, inquieta;
también un millón de cosas maravillosas y la certeza de que todo se puede hacer o al menos intentar.
Andará volando, planeando, como siempre quiso, y está bien así.
Hoy el día la despidió con lluvia, como bendiciéndola, como ya extrañándola.
Hasta siempre Nelly.
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