Travesti

Asciendo al 37 cartelito amarillo (Plaza Italia) en Av. Entre Ríos y Av. Belgrano.
- Otra historia de viajes en colectivo?
- Así es, aún no pude comprarme el Cessna 172 Skyhawk, y cuando lo haga, no tengo dudas que los traslados no tendrán ese aroma a aventura que tienen estos.
Me siento en el 2º asiento individual después de decirle al chofer, con voz grave y firme: "Noventa!" y poner las moneditas en la máquina para que escupa, literalmente, el boleto.
En la parada siguiente, digamos Av. Entre Ríos y Alsina, sube un travesti.

Varios Psicólogos clínicos sostienen la hipótesis que el psique de cada hombre y cada mujer es andrógino, que tiene características de ambos sexo. Los procesos culturales hacen que la mayoría de los niños crezcan para ser hombres totalmente masculinos y la mayoría de las mujeres maduran a femeninas. Según esta hipótesis, las personas eliminan el "residuo" de su género y características del sexo opuesto a través de medios "aceptables". Pero para algunas personas este residuo es tan grande y las ganas de expresar estas características es tan fuerte, que desarrollan una disforia (del griego dysphoros: difícil de llevar) sexual que se manifiesta, por ejemplo, en la necesidad de actuar un rol femenino (travestis hombres).

No logro ponerme de acuerdo. Debo cederle el asiento? Y si piensa que me estoy burlando? O peor, que intento seducirlo?
Ah no, yo intentando seducir a un travesti, ni en broma!! Jamás volvería a hacer una cosa así!!
Ya está, no le doy nada el asiento.
Entonces decido quedarme sentadito, con los labios fruncidos y apretados, escribiendo en la libretita que tengo en la mano, como una secretaria completamente ofendida y malhumorada.

El que posa para la foto es Oscar De La Hoya, múltiple campeón del mundo de Box.