Resonancia magnética


Hoy por la tarde me realizaron una resonancia magnética cerebral, para lo cual tuve que hacer ayuno y abstinencia de sólidos y líquidos 5 horas antes. No hay nada peor que no poder tomar agua durante tanto tiempo para alguien adicto a ella. Llegué con media hora de anticipación, me atendieron fríamente (es condición sine qua non tener cara de ojete para ser recepcionista de clícica privada?) y esperé sentadito y asustado otro buen rato. Me llamaron y me hicieron algunas preguntas de rutina: "sabés si sos alérgico a algo?, hiciste el ayuno correspondiente?, tomaste la medicación? padecés de claustrofobia?". Esta última pregunta no entendí para que me la hacía el atento técnico. Lo comprendí al comenzar el estudio. Me colocó una máscara de plástico y cuando apretó enter ingresé decúbito dorsal en una especie de lavarropas (carga horizontal) que producía un ruido molesto y arrítmico que no me dejaba pensar en otra cosa que no sea el ruido molesto y arrítmico. Al rato apareció una persona que me advirtió: "no te muevas, te voy a inyectar en la mano un líquido para ver cómo reaccionás(?)". Reaccioné como reacciono siempre que me inyectan algo, con indisimulable terror, creí que me desmayaba (no es mi fuerte la intravenosa). A la media hora salí mareado, con un insistente y horrendo sabor metálico en la boca y con ganas de vomitar. No se lo recomiendo a nadie, pero si deben hacércelo de todos modos vayan a Trovatto, en Ramos Mejía, a dos cuadras encontrarán el Resto Bar "Complejo de Prometeo" (Castelli 271), precioso y cálido lugar donde se puede merendar escuchando a Spinetta.

Comentarios

Entradas populares de este blog

PROYECTO: PALETS LC (Muebles de Palets Reciclados)

Demostración de Boccias en el Cef 112

Cine Sele