Chipaí


«Dame un mate Enzo o te voy a pegar un chipaí», dice Brisa, belicosa, briosa y turgente alumna de tercer año. Estamos sentados en ronda en el campo de Deportes de la Escuela Secundaria N° 127, de Rafael Castillo. «Profe, a vos te pegaron un chipaí alguna vez?», dice Tamara tentada, se pone de pié, se toma la zona del estómago y escupe media pepa masticada. Todos se ríen. Como estoy concentrado en preparar el mate, mucha atención no le presto. Ya rompimos 5 termos en lo que va de este ciclo lectivo y como este es prestado (costó varios ruegos conseguirlo), lo trato con sumo cuidado. La dinámica es así, cebo el mate, se lo alcanzó a Enzo y él, según un raro y caprichoso criterio, lo reparte. Pregunto a Tamara (rubia, flaca y de temperamento explosivo) qué es un chipaí y todos se mueren de risa (Alan zapatea el suelo, Brisa se acuesta y gira para un lado, para el otro y queda marinada de pasto, Enzo suelta el mate que cae y vuelca la mitad de yerba que contiene, parte en el pasto, parte en mi zapatilla izquierda). «Un chipaí es un conchazo, profe», me desasna Tamara con una explicación clara y sucinta. De los alumnos se aprende.

Comentarios

Entradas populares de este blog

PROYECTO: PALETS LC (Muebles de Palets Reciclados)

Demostración de Boccias en el Cef 112

Cine Sele