Charly

Hace algunos días vengo rumiando (dice Myriam, mi compañera: "Los que se dedican a rumiar son los neuróticos obsesivos", quizá algo de eso haya) cosas sobre Carlos Alberto García Moreno. Hace 5 minutos leí lo siguiente en el blog del filósofo encomiable:

"Charly es inteligente, tiene ese ingenio salvaje del talento mezclado con la desesperación. Una facilidad de palabra y asociación envidiable, que lo hacía lucir. Fue un gran músico. Tuvo inocencia al crear, una delicadeza que le costaba pero a la que se jugaba igual. Que lo asomaba un poquito al ridículo, pero de la que salía indemne. Una cosa de flaco duro, sensible pero tampoco al punto de la vulnerabilidad. O tal vez sí. Aunque no habría que confundir vulnerabilidad con caída. Hace tiempo que se pasó de categoría, abandonó la veta artística y se convirtió en personaje. En vez de cultivar sus dones los descuidó. Ya los cultivó lo suficiente, podría decirse, nadie puede negar el valor de tantas de sus cosas. Más que intentar aludir a su valor objetivo es importante resaltar lo más inmediato: el afecto que le tenemos. No es lindo verlo tirado en la camilla, saber que llegan las escenas temidas, después de tantos descuidos.
Lo único que arruina un poco el cuadro, y que limita el dolor de verlo así es saber que tiene la costumbre de descargar sobre otros. Eso es desagradable. “Loco es el que come mierda”, dice siempre mi papá, aludiendo al que en su locura arruina su propia vida, y diferenciándolos de aquellos que en su “locura” se dedican más bien a arruinar la ajena. En este caso se dan las dos cosas. Pero queremos que se ponga bien. ¿Podrá? ¿Podrá al punto de cambiar de vida? ¿Un poco, tal vez, lo suficiente? Cómo nos hacen sufrir estos ídolos… Los que se consumen tanto, digo. Muchas personas llegan a confundir el deterioro con la obra. Los menos artistas, probablemente. Los necesitados de bardo. Buen nombre para una banda, ¿no? En estos momentos de balance hay que recordar que fue generoso con muchos, a los que apoyó y difundió, también. Ponete bien, Charly".

Para qué más.